7 de octubre de 2008
¡FELIZ PRIMER ANIVERSARIO MISIÓN+MARÍA!
Misa de acción de gracias - Basílica de Santa María de Guadalupe
Hace un año en el día del Rosario, nacía un proyecto…
Había un nombre:"Misión María", dos voluntarias, cinco mil folletos del rezo del rosario en papel Bond con la letra demasiado pequeña, unos pocos rosarios de cuerda medio chuecos y un sueño... El deseo profundo de transmitir el abrazo de María y de decirle al mundo que a pesar de todo y en medio de todo es verdad que el amor es más fuerte. La ilusión de tocar la bondad esencial presente en cada ser humano superando las barreras del escepticismo, la dureza y la masificación de la gente.
Lograr una multitud de misioneros 'a lo pequeño'; de mensajeros de esperanza que le pusieran un rostro y un nombre al sufrimiento y le entregaran de modo personal al que sufre en nombre de Dios un abrazo... Restaurar aunque sea en un pequeñísimo pedacito –el pedacito que a cada uno corresponde- el corazón tan golpeado de nuestra querida Iglesia. Nuestra sabia e incomprendida Iglesia que sigue dando la vida cada día a través de miles de héroes anónimos en el mundo.
En fin…
Un sueño mucho más grande que los recursos y las capacidades, pero a final de cuentas un hermoso sueño por María de Guadalupe; así que en su nombre y en su propia casa, emprendimos la aventura en la Fiesta del Rosario. Hoy, un año más tarde, sigue el sueño igual de vivo y porque Dios es fiel a los amores sinceros sigue presente.
Misión María sigue creciendo: Ya somos un poquito más de dos y los rosarios ya no están tan chuecos: más de quince mil rosarios después al fin nos salieron derechos... Por la gracia de Dios más de quince mil personas han recibido un abrazo personal y un mensaje de aliento. Han recibido a la Madre que sí puede consolarles el alma, enderezar sus vidas y arreglar todas sus penas. Por la gracia de Dios miles de Avemarías han sido rezadas y cientos de corazones se han conectado y se han reconocido mutuamente.
Y qué mejor manera de celebrar que regresando a ese mismo altar a los pies de María de Guadalupe en Su casa del Tepeyac para poner en ahí nuestros mejores deseos y la promesa de seguir por Ella 'al pie de lucha'con los de proyectos que se nos están sumando y las puertas que se van abriendo...
Gracias a Monseñor Diego Moroy Ponce, tan querido Rector de la Basílica de Santa María de Guadalupe; a Monseñor Jorge Palencia, Vicerrector y Director del Centro de Pastoral y a Monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, Rector del Templo Expiatorio -Antigua Basílica de Guadalupe- quien es además entrañable amigo y quien nos hizo el honor de presidir la Celebración Eucarística. Gracias a todos ustedes por abrirnos las puertas de la Casa de María de par en par.
Gracias a todos nuestros colaboradores y amigos -a quienes sería verdaderamente imposible nombrar completos aquí- y a la asociación civil Unión de Voluntades que desde el inicio nos ha acompañado, siempre presente donde se trabaje por México y por Dios.
En fin…
Un sueño mucho más grande que los recursos y las capacidades, pero a final de cuentas un hermoso sueño por María de Guadalupe; así que en su nombre y en su propia casa, emprendimos la aventura en la Fiesta del Rosario. Hoy, un año más tarde, sigue el sueño igual de vivo y porque Dios es fiel a los amores sinceros sigue presente.
Misión María sigue creciendo: Ya somos un poquito más de dos y los rosarios ya no están tan chuecos: más de quince mil rosarios después al fin nos salieron derechos... Por la gracia de Dios más de quince mil personas han recibido un abrazo personal y un mensaje de aliento. Han recibido a la Madre que sí puede consolarles el alma, enderezar sus vidas y arreglar todas sus penas. Por la gracia de Dios miles de Avemarías han sido rezadas y cientos de corazones se han conectado y se han reconocido mutuamente.
Y qué mejor manera de celebrar que regresando a ese mismo altar a los pies de María de Guadalupe en Su casa del Tepeyac para poner en ahí nuestros mejores deseos y la promesa de seguir por Ella 'al pie de lucha'con los de proyectos que se nos están sumando y las puertas que se van abriendo...
Gracias a Monseñor Diego Moroy Ponce, tan querido Rector de la Basílica de Santa María de Guadalupe; a Monseñor Jorge Palencia, Vicerrector y Director del Centro de Pastoral y a Monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, Rector del Templo Expiatorio -Antigua Basílica de Guadalupe- quien es además entrañable amigo y quien nos hizo el honor de presidir la Celebración Eucarística. Gracias a todos ustedes por abrirnos las puertas de la Casa de María de par en par.
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